6.22.2014

Autorretrato descubriendo Lima.


Apenas 24 horas en Lima y ya nos empezamos a sentir viajeros con ansias de descubrir. 
Una ciudad que nos recuerda a todas las capítales gigantes que hemos conocido. Millones de personas, caravanas de coches y autobuses haciendo sonar el cláxon al unísono y desigualdades evidentes y pronunciadas.
Un centro histórico desconchado y sucio pero que encierra siglos de historia y de esplendor colonial. La gastronomía parece exquisita. Hoy ceviche de pescado y pato seco, acompañados por una de las más de cuatrocientas especies de patata existentes. 
Las gentes parecen ignorarnos aunque sabemos perfectamente que no es así. Son amables sin demostrarlo facilmente. Van vestidos hasta con guantes... Aquí es invierno. 21º C. Las televisiones anuncian antigripales. Nosotros nos hemos dejado llevar después de un día de reuniones que prometen experiencias nuevas. Pronto la selva. Con ganas ya, la verdad.

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