12.21.2013

Alter ego.

Día 21 de diciembre de 2013, leo y releo la noticia en todos los periódicos y tengo que volver a leer y releer la fecha en la que vivo, el año en el que se ha dictado esta ley y el país europeo en el que se ha hecho real. Y no doy crédito,  me quedo pensativa,  miro a mi alrededor y como me encuentro sola en casa bajo a la calle, me siento en un banco y miro pasar a cientos de mujeres arriba y abajo y vuelvo a no dar crédito del país en el que vivo.
Cierro los ojos y los vuelvo a abrir sentada en un banco en la calle , y si, sigo aquí, en el año 2013 y en un país europeo, la ropa, las marcas, los coches, las bicis plegables, los electrodomésticos colgados de las orejas de los transeúntes, las bolsas que compramos para reciclar los restos orgánicos, inorgánicos, papel, plástico, vidrio verde o blanco, los anuncios de gente que sigue riendo en los escaparates de los bancos ¿de qué ríen?, las colas cívicas en todos lados, los skates y muchas cosas más me hablan de mi tiempo. Vuelvo al kiosco que "se traspasa", vuelvo a leer la noticia y pienso de nuevo que no estoy en mi tiempo, y pienso en todas ellas, mujeres con sus derechos esperando un papel,  no de un médico si no de tres, que diga que si, que eres la elegida por la ley, TÚ tienes derecho a abortar,  y me quedo atónita.

Algunos dicen de este primer año de mandato de la derecha más fascista e integrista en España que nos está devolviendo a tiempos de Franco, tiempos en los que no viví siendo consciente mujer adulta. Pero no, no volvemos a esos años, volvemos mucho mucho más atrás.  Preguntadle si no a mujeres como Hipatia de Alejandría,  la primera mujer matemática  asesinada por una turba de cristianos o a Anthony, Susan Brownell destacada reformadora social estadounidense que dirigió la lucha por el sufragio femenino o a Mary Wollstonecraft,  escritora inglesa, precursora de la filosofía feminista.

Y tantas otras , millones de ellas, algunas con nombres y fechas en la enciclopedia, otras anónimas.

Y vuelvo a pensar en él, en un ministro con corbata y gafas y en su poder , el gran poder de la mayoría absoluta  en la que vivimos hace un año. Y me revuelvo en mis entrañas, ovarios y útero vacío siempre porque así lo quise. 
La llaman "Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada", otra vez la palabra protección , viniendo de ellos da asco, miedo y atraso, ¿proteger a quién y de qué?.
Y pido desde este banco en una calle que no me protejas tanto, cuando vayas a grabar esa ley en una llave usb , en un despacho, en una silla frente a las fotos enmarcadas de una mujer e hijas piénsalo bien, piensa en el integrismo más radical que puedas haber imaginado, cógele de la mano y hazte la foto con él porque es tu alter ego.

Ana Ponce.



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